Las infiltraciones de ácido hialurónico se realizan como un tratamiento
conservador para enfermedades que producen un proceso inflamatorio o degenerativo en las articulaciones.
Solo la cirugía puede aportar una solución completa a este tipo de problemas, pero en pacientes jóvenes (>65 años) existe una tendencia a posponerla en favor de tratamientos conservadores para evitar su invasividad, así como la posibilidad de tener que repetir la operación por segunda vez debido al desgaste de los materiales implantados.